Wanda Nara se encuentra en el ojo del huracán mientras se dirige a Italia para enfrentar un nuevo capítulo en su vida: su divorcio con Mauro Icardi. En medio de un torbellino de emociones y obligaciones laborales, la mediática argentina se prepara para una serie de encuentros decisivos que podrían marcar el rumbo de su futuro. En una reciente entrevista, Wanda compartió que su viaje comenzará en Milán, donde se reunirá con su exesposo en un tribunal, antes de continuar hacia Roma y España por motivos de trabajo.
El 28 de mayo se abre un nuevo frente legal para la pareja, que se ha mantenido en el centro de atención mediática. Wanda, quien ha sido acusada de estafas relacionadas con su línea de productos en línea, se muestra firme ante las adversidades. “Estoy muy enfocada en mi trabajo”, afirma, dejando claro que su prioridad es avanzar en su carrera, mientras sus hijas permanecen al cuidado de sus familiares.
A pesar de las dificultades, la diva de los medios se siente emocionada por representar a Argentina en la celebración de los 20 años del programa “Bailando”. Su determinación es palpable, y aunque el camino hacia el divorcio puede ser largo y complicado, ella no pierde de vista sus metas profesionales. Con un contrato que la vincula a nuevos proyectos durante dos años, Wanda se aferra a la esperanza de un futuro brillante.
El reencuentro con Icardi, que se producirá bajo la supervisión de la jueza que gestionó su separación de bienes, se presenta como un momento tenso y delicado. La incertidumbre sobre la rapidez del proceso de divorcio se suma a la presión mediática que rodea a la expareja. Mientras el tiempo avanza, Wanda navega con destreza entre el caos personal y su ambición profesional, demostrando que, a pesar de las tormentas, su espíritu sigue intacto.