Wilfrido Vargas, ícono del merengue, rompe su silencio a los 75 años y revela secretos nunca antes contados sobre su orquesta y sus exintegrantes. En un conmovedor relato, el maestro no solo recuerda momentos gloriosos, sino que también desvela las traiciones y conflictos que marcaron su carrera. Este anuncio llega en un contexto de luto en el mundo del merengue, tras la muerte de Davi Pérez, lo que añade una capa de nostalgia a sus declaraciones.
Las palabras de Wilfrido son un viaje a través del tiempo, donde menciona a figuras como Juancho Viloria y Peter Cruz, cuyas trayectorias están llenas de éxitos y desavenencias. “Con Juancho, la química era única, pero se fue sin una explicación clara, y eso me dolió”, confiesa. Asimismo, recuerda a Sandy Reyes, cuyo talento brilló antes de ser consumido por las adicciones.
La revelación más impactante llega al hablar de Rubby Pérez: “Lo saqué del grupo en un momento crítico, y aunque luego quise traerlo de vuelta, ya era muy tarde”. Estas palabras resuenan con fuerza, mostrando el peso de decisiones difíciles en la historia del merengue. Wilfrido no se detiene ahí; menciona la complejidad de relaciones y rivalidades, como la de Vicente Pacheco, quien se sintió traicionado por la falta de reconocimiento.
El maestro destaca la lucha constante entre el talento y la disciplina, afirmando que “la humildad vale más que la nota más alta”. Estas reflexiones no solo informan, sino que también ofrecen una mirada íntima al drama humano detrás de la música que ha definido generaciones.
Mientras el mundo del merengue observa atento, Vargas promete más revelaciones en su próximo encuentro. La historia del merengue está lejos de acabarse, y Wilfrido Vargas, con su voz y su legado, sigue siendo el centro de atención.