Miriam Cruz, la icónica diva del merengue, rompe su silencio a sus 56 años y rinde un emotivo homenaje a Ruby Pérez, cuya trágica muerte dejó una herida profunda en la comunidad musical. En un conmovedor concierto en el Figali Convention Center de Panamá, el 12 de abril de 2025, Miriam interpretó “Volveré”, dedicando la canción a Ruby y a las más de 220 víctimas del colapso del Jetset Club, un evento que devastó a la República Dominicana y resonó en el corazón de fans alrededor del mundo.
El colapso del Jetset, ocurrido el 8 de abril, no solo se llevó a Ruby, conocido como la voz más alta del merengue, sino que también dejó un vacío en el espíritu de una nación que ve en este género su identidad cultural. La tragedia, que dejó más de 220 muertos, ha suscitado un clamor por justicia y un llamado a reexaminar la seguridad en los eventos masivos, y cruza fronteras, tocando la sensibilidad de millones.
El silencio de Miriam tras la tragedia fue interpretado como un profundo respeto o un estado de shock. Sin embargo, su elección de romper ese silencio en un momento tan significativo, con lágrimas en los ojos y un mensaje de amor y humanidad, ha generado una ola de apoyo y reflexión. “Que su memoria nos inspire a vivir con más amor, más música”, fueron sus palabras, resonando en un público que se unió en un luto colectivo, creando una atmósfera de sanación.
Este homenaje no solo reavivó el interés por el merengue, sino que también subraya el papel crucial de Miriam en la preservación de este legado cultural. Su actuación se volvió viral en las redes sociales, acumulando más de 50,000 visualizaciones en pocos días, reflejando el deseo de los fans de mantener viva la memoria de Ruby y el merengue en tiempos de pérdida.
La comunidad musical está expectante: ¿qué viene ahora para Miriam? Su futuro podría marcar el renacimiento del merengue, un género que enfrenta desafíos en la era moderna. La pregunta que todos se hacen es: ¿será este el inicio de un nuevo capítulo en su carrera? Su homenaje a Ruby ha dejado un legado de esperanza y amor, un recordatorio de que, a pesar del dolor, la música siempre encontrará una manera de unir y sanar.