¡ÚLTIMA HORA! Un tribunal comercial de EE. UU. ha asestado un duro golpe a la administración de Donald Trump al bloquear los aranceles programados para entrar en vigor el 2 de abril. Esta decisión histórica, que pone en entredicho una de las políticas más emblemáticas de la Casa Blanca, se basa en la afirmación de que Trump ha excedido su autoridad al imponer dichos gravámenes sin la aprobación del Congreso.
El Tribunal de Comercio Internacional ha dictaminado que la declaración de emergencia nacional utilizada por Trump para justificar estos aranceles no es válida según la ley federal. Esto significa que los aranceles, que abarcan un 10% sobre importaciones clave y que afectan a países como Canadá, México y China, se detendrán de inmediato. Además, aquellos que ya han sido pagados serán reembolsados, lo que representa un golpe significativo a las finanzas del gobierno.
La Casa Blanca ha reaccionado rápidamente, anunciando su intención de apelar esta decisión. Sin embargo, la situación es crítica. Con la autoridad negociadora de la administración debilitada, se teme que las negociaciones sobre tratados comerciales enfrenten una resistencia aún mayor. Este revés podría cambiar el rumbo del comercio internacional y fortalecer la posición de los empresarios que se oponen a los aranceles.
Los mercados ya están reaccionando. La eliminación de estos gravámenes podría abrir la puerta a un panorama económico más favorable, reduciendo la presión inflacionaria y permitiendo que las estimaciones de ganancias se alineen con las expectativas del consenso. Pero la incertidumbre persiste: este fallo no es necesariamente definitivo, y cualquier cambio en la legislación podría reactivar los aranceles.
El futuro de la política comercial de Trump está en la cuerda floja, y la atención del país se centra ahora en cómo responderá la administración a este desafío sin precedentes.