Miriam Cruz, la icónica merenguera, ha roto su silencio en un conmovedor homenaje a Ruby Pérez, revelando un amor oculto que cambiará para siempre la forma en que recordamos al legendario artista. En medio de lágrimas y nostalgia, Cruz confesó: “Sí, yo lo amé”. Esta revelación llega en un momento de duelo nacional tras la trágica muerte de Pérez, quien perdió la vida en el colapso de la discoteca Jetset. Su familia ha emitido un comunicado pidiendo respeto por su legado y agradeciendo las muestras de apoyo.
La muerte de Ruby no solo ha dejado un vacío en el corazón de sus seres queridos, sino que también ha desatado una ola de verdades ocultas. Su novia, Lady Altagracia Rosario, ha compartido su dolor, enfrentándose a un peso emocional que, aunque no es culpa de ella, la acompaña en cada momento. El amor que Ruby sentía por Lady fue tan fuerte que lo llevó a adelantar su presentación para estar con ella en Houston, una decisión que resultó fatal.
Los ecos de su música aún resuenan mientras el país entero se une en luto, cantando himnos como “Volveré”. Sin embargo, la tragedia del Jetset ha dejado preguntas sin respuesta: ¿qué falló? La comunidad se cuestiona sobre la seguridad de los lugares de entretenimiento, y la industria musical se enfrenta a un cambio crítico. Miriam, con la voz entrecortada, enfatiza que el merengue no será el mismo sin Ruby, pero su legado debe vivir.
La historia de Ruby Pérez se ha convertido en un símbolo de amor, pérdida y resistencia. En este momento de crisis, el llamado es claro: honrar su legado y exigir un cambio. Mientras el mundo celebra su música, sus seres queridos luchan por sanar. Ruby no solo fue un artista; fue un hermano, un amigo, y su voz nunca se apagará del todo mientras haya quienes lo recuerden.