**“YO DEBÍA MORIR CON ELLOS”: El ÚNICO Sobreviviente del Grupo Fugitivo**
Carlos González, el único sobreviviente de una banda de música norteña conocida como “Grupo Fugitivo”, ha emergido del silencio para contar una historia desgarradora de muerte y complicidad. El 25 de mayo de 2025, mientras su grupo se preparaba para un concierto privado, una simple llanta desinflada lo salvó de un destino fatal. González, quien compartió años de risas y música con sus compañeros, llegó tarde al encuentro y se encontró con el horror: cinco de sus amigos, Francisco, Víctor, Nemesio, José y Libán, fueron asesinados en un acto que él describe como una emboscada cuidadosamente planeada.
Desde ese día, la vida de González se ha convertido en una pesadilla. Cada vez que cierra los ojos, revive el horror de sus últimos momentos con ellos. “No me salvé por inteligencia, sino por una casualidad tan absurda que duele aceptarla”, confiesa, mientras revela que su banda no solo traía alegría, sino que también estaba inmersa en un oscuro entramado de crimen organizado.
González detalla cómo sus presentaciones eran a menudo cubiertas de secretos, con pagos en efectivo y conciertos en lugares donde la violencia acechaba. “La música era solo una tapadera para negocios turbios”, dice, temiendo por su vida al hablar. Ahora, como el único testigo, siente el peso de ser la voz de los que ya no pueden hablar. Su valentía al romper el silencio podría costarle todo.
Con temor, González pide ayuda para escapar de México. “Si no hablo, sus muertes se quedan en la sombra”, añade, mientras hace un llamado urgente a quienes puedan ayudarlo a sobrevivir y contar la verdad. La historia de “Grupo Fugitivo” es un recordatorio escalofriante de cómo la música puede servir de fachada para el horror. “Si algo me pasa, ya saben quién fue”, advierte, dejando claro que su lucha por la verdad apenas comienza.