El Congreso de Perú ha aprobado una controvertida ley que reduce el IGV al 14%, pero que aumenta de manera significativa el impuesto municipal, generando una ola de críticas entre expertos económicos. Esta medida, que busca fortalecer el Fondo de Compensación Municipal, ha desatado una tormenta de preocupaciones sobre su impacto en las finanzas públicas, con proyecciones que advierten que podría costarle al país más de 10,000 millones de soles.
El dictamen fue aprobado en un pleno marcado por la urgencia y la tensión. La ley establece un aumento gradual del impuesto de promoción municipal del 2% actual al 4% hasta 2025, mientras que el IGV se reduce del 16% al 14%. Esta jugada, aunque parece atractiva a primera vista, ha sido calificada por expertos como un golpe devastador a la sostenibilidad fiscal en un país que ya enfrenta un déficit creciente.
Luis Miguel Castilla, exministro de Economía, ha descrito esta medida como uno de los retrocesos más grandes en política tributaria, señalando que carece de una verdadera reforma estructural y parece más una maniobra populista en un año preelectoral. Luis Arias Minaya, exjefe de la SUNAT, ha ido aún más lejos, tildando la ley de técnicamente insostenible y potencialmente inconstitucional, lo que podría dañar la imagen de Perú ante organismos internacionales como la OCDE.
El economista Waldo Mendoza ha advertido que esta ley podría ser la más perjudicial del siglo y ha instado al Ejecutivo a interponer una queja ante el Tribunal Constitucional. La pelota ahora está en el tejado del Ejecutivo, que debe decidir si promulga o observa esta norma. Desde el Congreso, aseguran tener el respaldo del gobierno, lo que hace que la situación sea aún más explosiva. La incertidumbre se cierne sobre el futuro económico del país en un momento crítico.