RUSIA DESPLIEGA UNA RESPUESTA ENÉRGICA ANTE LA NUEVA POLÍTICA DE ARMAMENTO DE EUROPA PARA UCRANIA
En un giro alarmante en la guerra en Ucrania, el canciller alemán, Fredrich Mertz, anunció que Alemania, junto con Reino Unido, Francia y Estados Unidos, ha levantado todas las restricciones sobre el uso de armas por parte de Ucrania, permitiendo ataques profundos en territorio ruso. Esta decisión, calificada de “peligrosa” por el Kremlin, podría desencadenar una escalada bélica sin precedentes en el conflicto.
Mertz declaró que Ucrania ahora tiene la capacidad de defenderse atacando posiciones militares rusas, una medida que recuerda las últimas acciones de Biden antes de dejar la Casa Blanca. La reacción del Kremlin fue inmediata: Dmitri Peskov subrayó que esta decisión contradice los esfuerzos por alcanzar un acuerdo político, y advirtió sobre las graves consecuencias de tales acciones.
Mientras tanto, la crisis en Ucrania se intensifica. Expertos de la OTAN advierten que las fuerzas rusas continúan recibiendo refuerzos masivos, con más de 60,000 soldados sumándose al frente cada mes. En contraste, Ucrania se encuentra exhausta, lidiando con armamento obsoleto que ha sido destruido en su mayoría por Rusia en el último año. Esta situación crítica ha llevado a algunas voces a sugerir que la falta de recursos modernos podría convertir a Ucrania en una “picadora de carne”.
A medida que la tensión aumenta, la industria militar alemana se prepara para un rearme significativo, lo que plantea la inquietante posibilidad de que Europa se esté alineando para un conflicto a gran escala. Las declaraciones de Mertz y la respuesta del Kremlin marcan un punto de inflexión que podría cambiar drásticamente el curso de la guerra.
A medida que el reloj avanza, el mundo observa con temor y ansiedad cómo se desarrollan estos eventos. La pregunta que queda en el aire es: ¿Estamos al borde de una nueva guerra en Europa?