En una sorprendente y polémica decisión, la Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado un “paquete fiscal” que promete cambiar drásticamente la vida de millones de estadounidenses. Este ambicioso proyecto, impulsado por la campaña republicana de cara a las elecciones de 2024, podría añadir la asombrosa cifra de 3,8 billones de dólares a la deuda nacional en la próxima década, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Los recortes son severos: el programa Medicare enfrentará una reducción de casi 700,000 millones de dólares, mientras que los cupones de alimentos sufrirán un recorte de 267,000 millones. Por primera vez en 60 años, ciertos beneficiarios de Medicare deberán trabajar al menos 80 horas al mes para mantener su cobertura. Además, los estados que han ampliado Medicare verán una drástica reducción del 10% en sus fondos federales.
Los cambios también impactarán a las familias. El crédito fiscal por hijos aumentará a 2,500 dólares, pero solo para aquellos con ingresos dentro de un rango específico, dejando fuera a los más adinerados. Una nueva cuenta de ahorros para niños nacerá, aportando un crédito único de 1,000 dólares para los recién nacidos entre 2025 y 2028.
Los estudiantes no saldrán indemnes: el paquete reestructurará cómo se financian los préstamos estudiantiles, limitando el papel del gobierno y proyectando un ahorro de 350,000 millones de dólares en diez años. Las universidades y fundaciones también enfrentarán una nueva tasa del 21% sobre sus ingresos netos, un aumento drástico respecto al actual 1.4%.
Este paquete fiscal, que podría tener un impacto devastador en la salud pública y la educación, ahora se dirige al Senado. La urgencia es palpable: la vida de millones de estadounidenses podría cambiar drásticamente en un abrir y cerrar de ojos. La batalla política está en marcha y el futuro de muchas familias pende de un hilo.