Rusia denuncia un escalofriante aumento en los ataques con drones de Ucrania justo cuando el presidente Vladimir Putin estaba en la provincia de Kursk. Durante su visita del 20 al 22 de mayo, se registró un ataque masivo que puso en jaque la seguridad del líder ruso, con más de 1,177 drones enemigos interceptados por sistemas de defensa antiaérea en un periodo sin precedentes. El comandante de la División de Defensa Aérea, Yuri Das Dashkin, señaló que 46 drones fueron destruidos durante el vuelo del helicóptero presidencial, lo que subraya la creciente amenaza que enfrenta el Kremlin.
Expertos advierten que estos ataques directos contra objetivos vinculados al presidente ruso marcan un escalamiento alarmante en el conflicto ucraniano. “Es un mensaje claro: ni siquiera Putin está a salvo”, afirmó un analista en declaraciones a medios internacionales. Las fuerzas rusas también interceptaron más de 1,000 drones en las regiones de Kursk, Belgorod y Briansk, muchos de los cuales eran modificaciones de UAV comerciales cargados con explosivos.
Mientras el Kremlin se esfuerza por garantizar la seguridad de su líder, Dashkin admitió la necesidad urgente de actualizar los sistemas de defensa, aunque insistió en que la seguridad de Putin nunca estuvo en peligro real. Aunque las autoridades ucranianas no han reivindicado oficialmente los ataques, fuentes militares en Kiev sugieren que estas operaciones son una respuesta legítima para desgastar la infraestructura militar de Rusia.
La situación en el frente se intensifica, y la comunidad internacional observa con creciente preocupación cómo este nuevo nivel de agresión podría redefinir el curso de la guerra en Ucrania.