**Tensión en México: La Traición que Costó Vidas a Ximena y José**
En un acto de violencia que sacudió los cimientos del poder en México, Ximena Guzmán y José Muñoz, funcionarios clave en la campaña de Clara Brugada, fueron asesinados en una ejecución fría y calculada en el corazón de la Ciudad de México. A las 7:13 de la mañana del 21 de mayo, dos disparos rompieron el silencio de la colonia moderna, dejando a ambos funcionarios sin vida en la acera, sin advertencia y sin posibilidad de defensa.
Omar García Harfuch, secretario de Seguridad, rompió el silencio institucional horas después, afirmando que el asesinato no fue un simple crimen, sino un mensaje. Imágenes de seguridad revelaron a un sicario que, disfrazado de obrero, había estado vigilando a las víctimas días antes del ataque. La ejecución, meticulosamente planeada, expone una alarmante infiltración dentro de las estructuras de seguridad del Estado.
Ximena, de 39 años, lideraba una unidad que investigaba contratos irregulares de videovigilancia, mientras que José, de 41, diseñaba mapas de calor delictivo. Ambos estaban a punto de presentar hallazgos cruciales en una reunión programada para el 23 de mayo, pero nunca llegaron. La ejecución no solo eliminó a dos funcionarios, sino que dejó al descubierto una red criminal que opera desde dentro del mismo gobierno.
La pregunta que resuena en los pasillos del poder es clara: ¿quién permitió este nivel de infiltración? Con un modus operandi que recuerda a una operación militar, el asesino no dejó rastro alguno, y las cámaras de seguridad, que debieron haber captado su fuga, presentaron fallas técnicas. Este crimen no es un caso aislado, sino una advertencia de que el Estado ha sido vulnerado desde adentro.
Mientras la investigación avanza, el temor se apodera de quienes luchan contra la corrupción y el crimen organizado. Este acto brutal no solo es un reflejo de la fragilidad del sistema, sino un llamado urgente a la acción. La verdad detrás de este asesinato debe salir a la luz, y la sociedad exige respuestas. ¿Estamos ante el inicio de una nueva era de resistencia cívica en México? La respuesta, sin duda, será crucial para el futuro del país.