Wanda Nara, en un estado de devastación, enfrenta una batalla legal tras la solicitud de Mauro Icardi para la restitución internacional de sus hijas, Francesca e Isabella. El futbolista, quien debe reintegrarse al Galatasaray en julio, ha presentado un pedido formal para llevarse a las niñas a Turquía, argumentando que su residencia ha estado fuera de Argentina durante la mayor parte de sus vidas.
Desde su separación, las hijas de Icardi y Nara han pasado solo 122 días en Argentina entre 2022 y 2024, lo que, según la defensa de Icardi, refuerza su argumento de que el “centro de vida” de las niñas se encuentra en Estambul. Este hecho ha llevado a Icardi a solicitar la restitución de las menores, alegando que su estancia en Argentina es ilegítima y que su madre, Wanda, viajó con ellas sin su consentimiento.
Mientras Wanda ha continuado su carrera en la televisión y otros negocios, su situación se ha vuelto insostenible. La angustia de una madre que podría perder la custodia de sus hijas es palpable, y la comunidad sigue atenta a los desarrollos de este drama familiar. La ley turca, que prioriza el interés superior del niño, podría favorecer a Icardi, dejando a Wanda en una posición vulnerable.
La batalla legal entre estos dos personajes del espectáculo no solo es un conflicto personal, sino que también plantea preguntas sobre la maternidad, la paternidad y el bienestar de los niños en medio de un torbellino de fama y fortuna. La historia de Wanda y Mauro se desarrolla ante nuestros ojos, y el futuro de sus hijas pende de un hilo en este complejo entramado de amor, desamor y luchas legales.