Gabriel Soto ha hecho una revelación impactante que ha sacudido el mundo del entretenimiento mexicano: su separación de Irina Baeva se debió a una grave crisis de salud que mantuvo en secreto durante meses. En una entrevista exclusiva, el galán de telenovelas compartió que sospechaba tener leucemia, lo que lo sumió en una profunda ansiedad y lo llevó a replantear sus prioridades.
Durante este periodo, Gabriel enfrentó cuatro hospitalizaciones y análisis alarmantes que mostraban niveles de plaquetas en sangre tres veces superiores a lo normal. El miedo a una enfermedad mortal lo llevó a un estado de vulnerabilidad sin precedentes, a la vez que intentaba mantener una imagen pública intachable.
En medio de esta tormenta emocional, la relación con Irina se tornó insostenible. Gabriel, que buscaba apoyo y comprensión, se sintió decepcionado al descubrir que su pareja no reaccionó como él esperaba ante su crisis. La distancia emocional de Irina se convirtió en un catalizador para la separación, revelando que la base de su amor no era tan sólida como creía.
A medida que Gabriel se alejaba de Irina, encontró consuelo en su familia, especialmente en su exesposa Geraldine, quien demostró una madurez admirable al brindarle apoyo en sus momentos más oscuros. Este regreso a sus raíces lo ayudó a reevaluar lo que realmente importa en la vida, llevándolo a una transformación personal significativa.
La noticia de su salud, que finalmente resultó ser negativa para leucemia, trajo un alivio indescriptible, pero también dejó cicatrices emocionales. Gabriel ha decidido priorizar su bienestar y el de sus hijas, adoptando un enfoque más consciente en su vida y carrera. Su historia es un poderoso recordatorio de que, en los momentos de crisis, los verdaderos valores emergen y el amor familiar puede ser el pilar más fuerte.