**ESPECIAL | ÚLTIMA HORA DE LA GUERRA ABIERTA ENTRE ISRAEL E IRÁN EN VIVO. CONTINÚAN LOS ATAQUES**

La escalada de violencia entre Israel e Irán ha alcanzado niveles alarmantes, con ataques recíprocos que marcan el inicio de una guerra abierta en Oriente Medio. En la madrugada de ayer, Israel lanzó un ataque devastador contra instalaciones militares y nucleares iraníes, eliminando a altos mandos de la cúpula militar de Teherán. Este ataque, descrito como preventivo, ha generado una respuesta contundente de Irán, que a última hora del día disparó cientos de misiles balísticos, algunos de los cuales lograron penetrar la famosa “cúpula de hierro” israelí, provocando daños significativos y la muerte de varios civiles.

Los informes indican que al menos 60 personas han fallecido en Irán, entre ellas 20 niños, mientras que las cifras no oficiales sugieren que el número de víctimas podría ser aún mayor. En medio de este caos, altos funcionarios militares iraníes han amenazado con atacar bases estadounidenses en la región si los ataques israelíes continúan, lo que podría abrir un nuevo frente de conflicto.

La situación es extremadamente tensa, con ambos bandos realizando ataques aéreos constantes. Irán ha cerrado su espacio aéreo como medida de precaución, lo que refleja la gravedad de la crisis. La inteligencia estadounidense anticipa que este conflicto podría prolongarse, con una duración mínima de al menos una semana más, aunque algunos expertos sugieren que podría extenderse durante meses.

Este conflicto no solo representa una amenaza para la estabilidad regional, sino que también tiene implicaciones globales, especialmente si se considera el papel de Estados Unidos, que ha reiterado su apoyo incondicional a Israel. La posibilidad de que Irán, en su desesperación, ataque intereses occidentales o cierre el estrecho de Ormuz, un punto crítico para el comercio de petróleo, añade una dimensión aún más peligrosa a la situación.

A medida que las hostilidades se intensifican, la comunidad internacional observa con preocupación, consciente de que cualquier escalada adicional podría tener repercusiones catastróficas no solo para Oriente Medio, sino para el equilibrio de poder global. La urgencia de una solución diplomática se hace cada vez más evidente, aunque en este momento, parece un objetivo distante.