**12 JUGADORES MILIONÁRIOS QUE PERDERAM TODO SU RIQUEZA Y QUEDARON POBRES**
Imagina tenerlo todo: mansiones, coches de lujo, fama mundial y una cuenta bancaria que parece no tener fin. Ahora, imagina que un día todo eso se convierte en polvo. Esta es la desgarradora realidad de 12 futbolistas que, tras tocar el cielo, cayeron en un abismo de deudas y descontrol.
Jobson, un talento prometedor, se vio atrapado en un estilo de vida autodestructivo. Las fiestas y las drogas lo llevaron a la ruina, con su nombre manchado por escándalos y humillaciones. La historia de Sassá es similar; tras brillar en el Botafogo y el Cruzeiro, la fama lo consumió. “La fama llegó rápido, pero la madurez tardó”, confesó, mientras ahora intenta recuperar su carrera en el Amazonas FC.
George Best, un ícono del Manchester United, también vivió su gloria a expensas de su salud. “Gasté mucho en bebida y mujeres”, lamentó, antes de sucumbir a sus demonios. Paul Gascoigne, conocido como Gaza, se perdió en el alcohol y las drogas, terminando sus días en la soledad y el abandono.
Flávio Donizet, que brilló con el São Paulo, vendió sus medallas para sostener su adicción. Miller, campeón mundial, gastó su fortuna en amigos que desaparecieron al llegar la bancarrota. Serginho, una estrella en los años 90, recordó cómo pasó de ser millonario a vivir de alquiler.
Marinho Chagas, una leyenda, murió solo y olvidado, mientras Garrincha, el ángel de las piernas torcidas, se extinguió en el olvido tras una vida llena de excesos. Paulo César Caju, que jugó con los grandes, perdió millones en drogas y ahora intenta redimirse como cazatalentos.
Estas historias son un llamado a la reflexión: el deporte puede ser tan cruel como generoso. ¿Qué lecciones podemos aprender de estas caídas? ¿Deberían los clubes ofrecer apoyo emocional a sus jugadores? La vida fuera del campo puede ser más dura que cualquier partido.