Una tormenta de tensión sacude la Casa Real española tras la explosiva reacción del Rey Felipe VI, quien ha estallado en contra de Doña Leticia por la ausencia de la Infanta Sofía en Nueva York, donde su hermana, la Princesa Leonor, está marcando un hito en su formación militar. Lo que debía ser un momento de orgullo familiar se ha convertido en un escándalo que amenaza con fracturar aún más la ya frágil unidad del clan Borbón.
El Rey, visiblemente furioso, ha culpado a su suegra, Doña Paloma Roca Solano, de influir negativamente en Leticia y de ser la responsable de la decisión de vetar la asistencia de Sofía al evento. Fuentes cercanas a la familia real revelan que esta decisión ha desencadenado una serie de gritos en el Palacio de La Zarzuela, evidenciando la creciente tensión entre los miembros de la familia real en un momento crucial para la monarquía.
Leonor, tras cinco meses de intensa navegación a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, ha llegado a Nueva York para cerrar su viaje, pero su éxito ha quedado ensombrecido por la controversia familiar. La ausencia de Sofía no es vista como una simple coincidencia; muchos interpretan este hecho como una señal de las tensiones que afectan incluso la relación entre las dos jóvenes.
Mientras el Rey se enfrenta a una crisis interna, la Princesa Leonor se mantiene firme y enfocada en su deber, sin dejar que el drama familiar la distraiga de su compromiso. La situación plantea serias preguntas sobre el futuro de la familia real y el papel de cada uno de sus miembros en la monarquía. ¿Podrán superar esta crisis en medio de la opinión pública que está atenta a cada movimiento? La Casa Real se encuentra en un momento decisivo, y el silencio que sigue a este estruendo es ensordecedor.