**A 30 Días de la Muerte de Rubby Pérez, Su Hija Rompe el Silencio y Revela lo INESPERADO**

La trágica muerte de Rubby Pérez, el ícono del merengue, sigue resonando en los corazones de sus seguidores, y ahora, a un mes de su fallecimiento, su hija Sulinka rompe el silencio con revelaciones impactantes que podrían cambiar la forma en que recordamos a su padre. La noticia de su fallecimiento, ocurrida tras el colapso de un techo durante un concierto en Santo Domingo, fue un golpe devastador que dejó a miles en shock, incapaces de aceptar que la voz más poderosa del merengue había sido silenciada de manera tan abrupta.

El 8 de abril, mientras Rubby se entregaba a su público, el destino le tenía preparado un final brutal. Testigos afirman que, en medio del caos, algunos aún creían escuchar su voz, como si el artista se despidiera desde los escombros. Sulinka, presente esa noche, ha compartido su dolor y las verdades ocultas sobre la vida de su padre, revelando una relación marcada por promesas y secretos que nunca vieron la luz.

La hija de Rubby ha expresado cómo su padre, conocido por su carisma en el escenario, vivió en la sombra de una tristeza silenciosa, luchando contra demonios internos que pocos conocían. A pesar de su éxito, Rubby enfrentó constantes desafíos personales que lo llevaron a sacrificar momentos cruciales con su familia por su arte. Sulinka ha dejado entrever que la última actuación de su padre no fue solo un espectáculo; fue un acto de amor hacia su público, una promesa de nunca rendirse, incluso cuando su salud flaqueaba.

La conmoción por su partida no solo ha dejado un vacío en el mundo del merengue, sino también en la vida de quienes lo amaban. Con cada lágrima, Sulinka recuerda a su padre no solo como un artista, sino como un hombre que dio todo por su música y su gente. Su voz puede haber cesado, pero su legado continúa vivo en cada acorde y en cada corazón que vibró al son de sus canciones. La verdad detrás de Rubby Pérez se revela ahora, y su historia, marcada por el amor y el sacrificio, sigue resonando con fuerza.