En Marruecos todo el mundo habla de lo que ha salido a la luz sobre la Princesa Leonor, y ya no hay forma de ocultarlo.
La visita de la Princesa Leonor a Ceuta ha provocado una reacción inesperada en Marruecos. Aunque su estancia fue discreta y estrictamente vinculada a su entrenamiento militar, los medios de comunicación marroquíes han respondido con duras críticas y profundas implicaciones políticas. Las tensiones latentes entre Madrid y Rabat se han reavivado con la presencia de la heredera al trono español, lo que ha desencadenado un intenso debate sobre la soberanía y la historia compartida.
En concreto, el medio Kawalisrif ha publicado un artículo sin firma que afirma que «el trono no olvida a sus colonias». Destaca que Leonor llegó a Ceuta en la fragata Blas de Lezo, no en un avión real ni en un coche oficial, lo que simboliza un mensaje militar de España a Marruecos. El artículo critica la participación de la princesa en el Sábado Legionario, un acto militar en honor a los caídos, considerándolo una reafirmación simbólica de la «ocupación» española de Ceuta.
La Princesa Leonor durante su entrenamiento a bordo de la fragata Blas de Lezo | Instagram, @casareal.es
Mientras tanto, el medio digital Bladna24 ha adoptado un tono menos agresivo, pero igualmente crítico. Destaca que, si bien la visita no fue oficial, está cargada de significados políticos que no pasarán desapercibidos para los marroquíes. Este medio recuerda la tensión existente entre ambos países en torno a Ceuta y Melilla, ciudades que Marruecos considera “ocupadas”. Por ello, señala que la llegada de la princesa reaviva esta polémica.
Leonor llega a Ceuta con mucha discreción.
Mientras tanto, la Princesa Leonor ha mantenido un perfil bajo durante su estancia. Se alojó en un céntrico hotel de Ceuta y participó en eventos muy discretos, lejos de grandes aglomeraciones públicas. Su única recepción oficial fue a bordo del buque Juan Carlos I, donde continúa su formación militar como guardiamarina, en un acto convocado por el contralmirante.
Sin embargo, a pesar de la discreción, la visita no ha pasado desapercibida en Ceuta, donde se ha vivido con alegría y orgullo. La ciudad celebra la presencia de un miembro de la Familia Real Española dieciocho años después de la última visita de Juan Carlos I y la Reina Sofía. En este contexto, gestos como la interpretación repetida del pasodoble “La Banderita” por parte de la Guardia Civil se interpretan como símbolos de identidad y pertenencia españolas.
La Princesa Leonor continúa su formación | Europa PressLa visita de Leonor convierte a la Familia Real en protagonista de un episodio político
Desde el punto de vista marroquí, la visita se ha interpretado como una provocación. La proximidad geográfica de Mohamed VI, a tan solo 22 km de Ceuta, en las playas de Kabila, alimenta el resentimiento histórico y político. Algunos analistas creen que este viaje puede interpretarse como una reafirmación de España sobre una ciudad cuya soberanía Marruecos ha cuestionado durante décadas.
Al final, lo que parecía una simple escala técnica de la fragata para mantenimiento se ha convertido en un episodio político con repercusión internacional. La Princesa Leonor, con su perfil militar, se ha convertido en el centro de un debate que trasciende la diplomacia y toca la sensibilidad histórica y territorial de la región. El trono español, con esta visita, ha recordado que la historia de sus territorios no se olvida fácilmente, y menos aún en Ceuta.