**¡GOLPE BRICS! Estados Unidos pierde $648 mil millones**
Un cambio tectónico en la economía global se ha desatado con la reciente revelación de que el bloque BRICS ha realizado transacciones por un asombroso monto de 648,000 millones de dólares, en su mayoría fuera del sistema del dólar estadounidense. Este fenómeno marca un punto de inflexión histórico en el comercio internacional, donde el dólar, símbolo de estabilidad y hegemonía durante décadas, comienza a perder su influencia.
En los últimos nueve meses, más de la mitad del comercio entre Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica se ha llevado a cabo en monedas locales, siendo el yuan el más utilizado. En marzo, el 54.3% de las transacciones dentro del bloque se liquidaron en monedas locales, mientras que el uso del dólar se desplomó al 41.4%, una caída drástica desde más del 70% hace cinco años. Este cambio no es solo numérico; es un indicativo de un nuevo orden económico que desafía la supremacía del dólar.
La respuesta de Estados Unidos ha sido intensa y desesperada. Informes indican que el expresidente Donald Trump ha intentado comunicarse con el presidente chino Xi Jinping, no para establecer nuevos acuerdos, sino para contener la caída del dólar como moneda de reserva. A medida que el costo de endeudamiento se eleva y la venta de bonos del tesoro estadounidense aumenta, la situación se vuelve más crítica.
El Banco Popular de China ha anunciado la creación de servicios financieros transfronterizos en yuanes, consolidando un sistema que opera al margen del dólar. Además, el nuevo Banco de Desarrollo del bloque BRICS ha incrementado su capacidad de préstamos, financiando proyectos sin los condicionamientos políticos del FMI, lo que refuerza aún más su independencia económica.
Mientras tanto, el crecimiento en las economías BRICS supera al de Estados Unidos, lo que plantea la inquietante pregunta: ¿qué sucederá si estas naciones ya no necesitan al dólar? Las proyecciones de crecimiento para EE. UU. son desalentadoras, y la dependencia de China para el suministro de minerales críticos intensifica la vulnerabilidad estadounidense.
La erosión del dólar como moneda de reserva ya no es una mera posibilidad; es un riesgo estructural inminente. Con la participación extranjera en las subastas de bonos estadounidenses en declive, la credibilidad del dólar se encuentra en una cuerda floja, y el tiempo corre. Si el mundo continúa alejándose del dólar, podríamos estar al borde de una transformación financiera global sin precedentes. La era del dólar podría estar llegando a su fin, y el impacto de este cambio se sentirá en todos los rincones de la economía mundial.