**La Dolorosa Verdad de July Mateo: El Monje del Merengue que Terminó en el Olvido**
En un giro devastador, el mundo de la música ha perdido a una de sus leyendas más queridas: July Mateo, conocido como Rasputín, falleció el pasado sábado a los 63 años tras una larga y dolorosa lucha contra las secuelas de un accidente cerebrovascular. Este ícono del merengue dominicano, cuya trompeta resonó en las fiestas y corazones de miles, se apagó en un silencio inusitado que dejó a sus seguidores en estado de shock.
Rasputín no fue un músico cualquiera; su talento y carisma lo convirtieron en el alma de orquestas legendarias como Los hijos del Rey y Wilfrido Vargas. Con su trompeta en mano, revolucionó el merengue de los años 80, creando himnos que perduran en la memoria colectiva. Sin embargo, su vida estuvo marcada por altibajos, desde peleas con otros gigantes del género hasta la lucha contra una industria que a menudo olvida a sus ídolos.
A pesar de su éxito, Rasputín vivió en soledad, y su partida ha dejado un vacío en la música latina. Su hijo, preocupado por la falta de respuesta en un día que debía ser de celebración, encontró su hogar en silencio. La noticia de su fallecimiento ha desatado una ola de tributos en redes sociales, recordando su legado y la emoción que su música brindó a generaciones enteras.
La comunidad artística ha expresado su dolor por la pérdida de un hombre que, a pesar de sus batallas personales y su lucha contra la soledad, nunca dejó de crear. Rasputín fue más que un trompetista; fue un símbolo de la resiliencia y la pasión por la música. Su historia merece ser contada y recordada, no solo por su talento, sino por el impacto que tuvo en la vida de quienes lo escucharon.
Hoy, rendimos homenaje a July Mateo, un verdadero monje del merengue, cuya música seguirá sonando en cada rincón del Caribe. Su legado vive en cada nota, en cada fiesta, y su historia, aunque marcada por el olvido, nunca será borrada de nuestros corazones.