La reina Sofía y la princesa Irene de Grecia han roto su silencio y tomado una decisión trascendental que marcará su verano. En medio de intensas especulaciones y rumores, ambas han optado por mantener la tradición de veranear en Mallorca, un destino que no solo simboliza descanso, sino también un esperado reencuentro familiar. Según ha revelado Vanity Fair, el palacio de Marivent será el refugio donde disfrutarán del sol y la tranquilidad, acompañadas de su entorno más cercano.
A pesar de las conjeturas sobre un posible viaje a Grecia debido a la delicada salud de la princesa Irene, la decisión final ha sido clara: priorizar la tradición y la unión familiar. Este verano, la reina Sofía reducirá su actividad oficial, lo que le permitirá disfrutar de un periodo de descanso prolongado en la isla.
La llegada de sus nietas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, añade un matiz especial a esta estancia. Ambas jóvenes han estado alejadas de la familia por estudios, pero se espera que su visita a Mallorca les brinde la oportunidad de reconectar con su abuela, algo que no ocurre desde hace meses. El ambiente relajado del palacio será el escenario ideal para recuperar el tiempo perdido y compartir momentos significativos.
La presencia de la princesa Irene, a pesar de su salud frágil, resalta la fortaleza del vínculo entre las hermanas. Su elección de permanecer juntas en Mallorca no solo reafirma su lealtad, sino que también envía un mensaje claro: la estabilidad y el entorno familiar son primordiales, por encima de los rumores que han circulado en las últimas semanas.
Este verano en Mallorca no es simplemente un descanso para la reina Sofía; es una declaración de continuidad y unión familiar en tiempos de cambio. La isla, que ha sido su refugio durante décadas, volverá a ser el escenario donde se fortalezcan los lazos familiares y se celebren las tradiciones. La decisión ha sido tomada, y el mundo estará atento a lo que suceda en los próximos días.