**Rusia lanza un ataque histórico mientras Trump amenaza con bombardear Moscú y Pekín**
En un giro dramático de los acontecimientos, Rusia ha desatado un ataque masivo contra Ucrania, lanzando un récord de 728 drones y 13 misiles, lo que marca el mayor asalto desde el inicio del conflicto. Este ataque ha desatado alarmas en la OTAN y ha puesto en jaque la ya frágil situación en la región. Mientras tanto, el ex presidente estadounidense Donald Trump ha hecho olas al revelar que amenazó con bombardear Moscú y Pekín durante su mandato, afirmando que ni Vladimir Putin ni Xi Jinping le creyeron.
El Ministerio de Defensa ruso ha confirmado que sus objetivos eran aeródromos militares ucranianos, utilizando armamento de alta precisión, incluidos misiles hipersónicos Kinsal. Los informes indican que el ataque ha causado daños significativos en varias provincias ucranianas, incluyendo Dnipropetrovsk y Jarkov, intensificando la crisis humanitaria en la región.
En medio de este caos, Trump, en una grabación filtrada, relató cómo durante su presidencia advirtió a Putin que si invadía Ucrania, bombardearía Moscú. En una conversación similar con Xi, Trump afirmó que también amenazó a Pekín en caso de un ataque a Taiwán. Estas declaraciones han reavivado el debate sobre su estilo provocador y las implicaciones de sus palabras en la política internacional.
La reacción del Kremlin ha sido cautelosa, con el portavoz Dmitri Peskov afirmando que la retórica de Trump es difícil de interpretar, pero que Rusia se mantiene tranquila ante las amenazas. Sin embargo, la escalada de la violencia en Ucrania y la retórica incendiaria de Trump han creado un ambiente de incertidumbre y tensión global.
Los líderes europeos, por su parte, están en alerta máxima. Frederic Mert, canciller alemán, ha declarado que se han agotado las vías diplomáticas para resolver el conflicto, sugiriendo que la única salida podría ser un mayor compromiso militar. En este contexto, la situación en Ucrania se vuelve cada vez más crítica, con la posibilidad de que la guerra se intensifique en las próximas semanas. La comunidad internacional observa con preocupación cómo se desarrollan estos acontecimientos, temiendo que el conflicto se convierta en una crisis de proporciones aún mayores.