**VILLARROYA: “Un ataque a Moscú o San Petersburgo provocaría una guerra mundial. Trump lo sabe”**
En un giro alarmante en el conflicto ucraniano, Donald Trump ha insinuado que un ataque a Moscú o San Petersburgo podría ser inevitable, lo que podría desencadenar una guerra mundial. Durante una reciente conversación, Trump sugirió que Ucrania debería considerar bombardear estas ciudades rusas, una declaración que ha generado escalofríos en la comunidad internacional. La Casa Blanca ha tratado de minimizar la controversia, describiendo la conversación como “una simple pregunta”, pero las implicaciones son innegables.
Expertos advierten que este tipo de acciones no solo intensificarían el conflicto en Ucrania, sino que también podrían involucrar a potencias globales como China, que ha dejado claro que apoyaría a Rusia en caso de un ataque. La tensión se ha disparado con la posibilidad de que Estados Unidos envíe misiles Tomahawk a Ucrania, armamento que podría alcanzar objetivos en territorio ruso. La situación se complica aún más por la filtración de esta conversación, que parece estar diseñada para presionar a Putin en un momento en que su ejército continúa con una ofensiva agresiva.
Los analistas sugieren que esta estrategia de Trump podría ser una medida desesperada ante la falta de resultados en su gestión. La incertidumbre reina, y la posibilidad de que se produzcan ataques directos a Rusia ha llevado a un aumento de la preocupación en Europa y en el resto del mundo. Con el trasfondo de una guerra que ya ha costado miles de vidas, el espectro de una guerra mundial se cierne cada vez más cerca.
Mientras la comunidad internacional observa con ansiedad, las palabras de Trump resuenan como un eco aterrador: “Un ataque a Moscú o San Petersburgo provocaría una guerra mundial”. La pregunta que queda es: ¿está el mundo preparado para las consecuencias de tal escalada? La urgencia de la situación no puede subestimarse, y todos los ojos están puestos en cómo se desarrollarán los acontecimientos en las próximas semanas.