Max Verstappen enfrenta una posible crisis en su búsqueda por el título de campeón de F1 2024 tras la confirmación de una penalización de cinco lugares en la parrilla para el Gran Premio de Brasil. Los problemas persistentes de motor que han asediado a Red Bull han llevado a esta drástica decisión, dejando al actual campeón del mundo con un margen de error peligrosamente reducido. La situación se intensificó durante el fin de semana pasado en la Ciudad de México, donde un fallo en el circuito de aire de admisión limitó severamente su rendimiento, obligando al equipo a cambiar el motor antes de la clasificación.
A pesar de esquivar una penalización inmediata en México, el motor más antiguo que se utilizó resultó ser un arma de doble filo. Verstappen se vio obligado a luchar con un déficit de velocidad notable, terminando la carrera en un decepcionante 𝓈ℯ𝓍to lugar, lo que permitió a su rival Lando Norris reducir la diferencia en el campeonato a solo 47 puntos. Con solo cuatro carreras restantes en la temporada, la presión está en aumento.
Helmut Marko, asesor de Red Bull, ha indicado que la penalización en Brasil podría ser menos severa debido a la naturaleza del circuito, que favorece los adelantamientos. Sin embargo, la incertidumbre persiste, ya que Norris también podría enfrentarse a una penalización de motor. La situación recuerda a la épica remontada de Lewis Hamilton en Brasil en 2021, cuando superó una penalización para ganar la carrera desde la última posición.
Con el Sprint del sábado a la vista, Verstappen todavía tiene la oportunidad de sumar puntos cruciales antes de la carrera principal del domingo. Este fin de semana se perfila como un punto de inflexión en su temporada, donde la resiliencia y la estrategia serán fundamentales para mantener a raya a Norris y recuperar su forma ganadora. La batalla por el campeonato nunca ha sido tan intensa, y todos los ojos estarán puestos en el Autódromo de Interlagos.