**¿Cómo México DESAFÍA A EEUU Y Apoya a CUBA En Su Peor Crisis?**
En un acto de desafío sin precedentes, México ha enviado 400,000 barriles de petróleo a Cuba, una acción que no solo simboliza solidaridad, sino que también desencadena la furia de Estados Unidos. Este envío se produce en medio de una crisis energética devastadora en la isla, donde el colapso de su principal planta eléctrica ha dejado a millones sin electricidad, exacerbando una situación ya crítica marcada por el bloqueo económico estadounidense.
Desde 1960, el embargo ha asfixiado a Cuba, impidiendo el acceso a recursos esenciales y convirtiendo la vida diaria en una lucha constante por la supervivencia. Mientras el pueblo cubano enfrenta apagones interminables y escasez de alimentos y medicinas, la respuesta de EE.UU. ha sido intensificar las sanciones, incluso contra aquellos que intentan ayudar a la isla. El Banco de Exportaciones e Importaciones de EE.UU. ha sancionado a Pemex, cancelando un crédito por 800 millones de dólares, evidenciando el alcance de una política que busca debilitar el modelo político cubano a toda costa.
A pesar de la presión internacional, México se ha posicionado como uno de los pocos países que desafían abiertamente estas sanciones. Durante la Asamblea General de la ONU, el gobierno mexicano ha defendido a Cuba, promoviendo resoluciones para poner fin al embargo, mientras que 187 naciones han votado en contra de estas medidas punitivas. Sin embargo, Estados Unidos e Israel permanecen firmes en su oposición, ignorando el clamor global por justicia.
La situación se agrava con el aumento de desastres naturales, como el huracán Oscar, que ha devastado Guantánamo, dejando a la población aún más vulnerable. Mientras tanto, la cobertura mediática se centra en Cuba, ignorando crisis similares en otros países como Ecuador, donde los apagones y la violencia son una realidad diaria.
El embargo no es solo una cuestión económica; es un acto de guerra que ha llevado a un éxodo masivo de cubanos y ha puesto en peligro la vida de miles. A pesar de ello, la resiliencia del pueblo cubano brilla, mostrando que, aunque Estados Unidos intente dictar las reglas, la lucha por la libertad y la dignidad continúa. Es hora de que el mundo actúe y ponga fin a esta injusticia histórica.