**El Hombre Desconocido Que Fue Más Poderoso Que Rockefeller**
En un giro sorprendente de la historia empresarial, emerge la figura de Cornelius Vanderbilt, un nombre que podría eclipsar a los titanes como Rockefeller. Conocido como el “varón ladrón original”, Vanderbilt, un hombre de orígenes humildes, transformó su vida de pobreza a una riqueza inimaginable, acumulando una fortuna que, al momento de su muerte, superaba la del Departamento del Tesoro de EE. UU. en su época.
Desde sus inicios a los 11 años, cuando dejó la escuela para trabajar en el ferry de su padre en Nueva York, Vanderbilt demostró una astucia empresarial sin igual. Con un préstamo de 100 dólares de su madre, comenzó a construir su imperio, reinvirtiendo cada centavo en su negocio de transporte marítimo. Su estrategia era simple pero despiadada: ofrecer tarifas más bajas que la competencia hasta llevarlos a la bancarrota. Con el tiempo, su flota de barcos se expandió, convirtiéndolo en una figura dominante en la industria.
La Guerra de 1812 catapultó aún más su éxito, al recibir contratos lucrativos del gobierno. Sin embargo, su vida personal fue tumultuosa; su carácter complicado lo llevó a descuidar a su familia mientras su imperio crecía. A finales de la década de 1820, Vanderbilt se aventuró en los barcos de vapor, utilizando tácticas agresivas para eliminar competidores.
A medida que su riqueza aumentaba, también lo hacía su ambición. Durante la fiebre del oro de California, encontró formas innovadoras de transportar a los buscadores de fortuna, consolidando su poder en el sector. Pero su ambición no conocía límites; incluso tras su retiro, Vanderbilt continuó expandiendo su imperio ferroviario, creando una red que transformó el transporte en Estados Unidos.
A su muerte en 1877, dejó una fortuna de 100 millones de dólares, equivalente a 200 mil millones hoy. Su vida, marcada por la polarización, revela un legado de innovación y controversia. Vanderbilt, un hombre olvidado por muchos, es un recordatorio de que el poder y la riqueza pueden surgir de los lugares más inesperados.