**Harry quiere divorciarse tras escándalo que revela la verdad sobre Meghan: “Eres repugnante”**

En un giro inesperado y explosivo, el príncipe Harry se encuentra al borde del divorcio tras un escándalo que ha destrozado la imagen pública de Meghan Markle. Lo que comenzó como un evento benéfico cuidadosamente orquestado se convirtió en un desastre mediático que ha dejado a Harry avergonzado y a la familia real en crisis.

Durante una visita a la Urban Growth Foundation en Los Ángeles, Meghan, vestida impecablemente, fue capturada en un momento de frialdad al rechazar un abrazo de una joven voluntaria. La escena, que rápidamente se volvió viral, reveló la desconexión entre la imagen pública de Meghan y la realidad de su comportamiento. Pero eso fue solo el comienzo. Filtraciones de correos electrónicos han desvelado que su equipo exigió un control absoluto sobre el evento, transformándolo en una mera sesión de fotos en lugar de un acto genuino de caridad.

La indignación no tardó en surgir. Miembros de la fundación se sintieron utilizados y decidieron cortar lazos con los Sus𝓈ℯ𝓍, eliminando rápidamente todas las menciones de Meghan en sus redes sociales. La situación escaló cuando Harry, al enterarse de la verdad detrás del evento, se mostró visiblemente afectado, sintiendo que la reputación que había intentado construir se desmoronaba ante sus ojos.

Las tensiones entre la pareja han alcanzado niveles alarmantes. Fuentes cercanas indican que Harry le ha recriminado a Meghan por su falta de transparencia, mientras que ella minimiza el asunto, acusándolo de ser influenciado por los medios. Este escándalo ha puesto en jaque no solo su relación, sino también su futuro en el ámbito de la filantropía.

Con la opinión pública virando en su contra y sus aliados distanciándose, Meghan se enfrenta a una crisis de reputación sin precedentes. La pregunta en el aire es clara: ¿podrá la pareja reconciliar su imagen pública con la realidad antes de que sea demasiado tarde? Mientras tanto, Harry parece cada vez más atrapado en un espectáculo del que no quiere formar parte.