**¡ALERTA NACIONAL! SE DESMONTÓ EL ESCÁNDALO JUDICIAL CONTRA ÁLVARO URIBE**
En un giro inesperado que sacude los cimientos de la justicia colombiana, la sentencia que condena al expresidente Álvaro Uribe a 12 años de prisión ha sido puesta en tela de juicio. La decisión de la jueza Heredia, considerada por muchos como un montaje político, ha dejado al descubierto graves irregularidades y sospechas de manipulación judicial. Tomás Uribe, hijo del expresidente, denunció que la sentencia cita un documento no publicado oficialmente, lo que plantea interrogantes sobre la legitimidad del proceso.
Diversos expertos en derecho penal coinciden en que la fiscalía no logró demostrar la culpabilidad de Uribe, sugiriendo que el fallo absolutorio era la única salida lógica. Sin embargo, la jueza, en un acto que muchos consideran activismo político, elevó a Iván Cepeda y Yanira Gómez a la categoría de víctimas, mientras que el exmandatario fue presentado como un peligroso criminal. Esta decisión ha desatado un clamor entre los defensores de Uribe, quienes argumentan que se trata de una clara persecución política.
La situación se complica aún más al revelarse que la jueza ha hecho acusaciones infundadas contra la familia Uribe, insinuando que sus hijos habrían filtrado la sentencia. La falta de respeto y el sesgo mostrado durante el juicio han llevado a los abogados de Uribe a solicitar la intervención de instancias superiores, ya que se consideran vulnerados sus derechos.
Con la apelación en camino, toda la atención se centra ahora en el Tribunal Superior de Bogotá, donde se espera que se revierta este fallo insólito. La comunidad nacional e internacional observa con preocupación cómo se desarrollan estos acontecimientos, que no solo impactan el futuro de Uribe, sino también la confianza en el sistema judicial colombiano. ¿Estamos ante una nueva era de persecución política en el país? La respuesta podría estar más cerca de lo que pensamos.