Gustavo Bolívar, director de Prosperidad Social, ha desatado un verdadero escándalo en Colombia al afirmar que el 95% de los criminales padecieron experiencias traumáticas en su infancia. Su declaración, que busca abrir un debate sobre la prevención del crimen a través del amor y el apoyo emocional, ha generado reacciones polarizadas en las redes sociales. Mientras algunos lo apoyan, otros lo acusan de romantizar la criminalidad.
Bolívar, en un mensaje en su cuenta de X, se refirió a su afecto por el presidente Gustavo Petro y utilizó esta conexión para abordar un tema candente: el papel del amor en la lucha contra el crimen. Aseguró que muchos jóvenes que terminan en grupos criminales como el Tren de Aragua son víctimas de un entorno familiar desestructurado, donde la pobreza y la negligencia son comunes. Citó estudios que revelan que la mayoría de las personas en prisión han sufrido abusos o carencias afectivas en su niñez.
Su propuesta no busca justificar el crimen, sino entender sus raíces. Bolívar enfatizó la importancia de la atención y el afecto en la infancia, sugiriendo que un cambio en la forma en que se crían los niños podría ayudar a prevenir que caigan en la delincuencia. Sin embargo, su mensaje ha sido interpretado por algunos como una traición a Petro, quien ha evitado hacer declaraciones sobre el Tren de Aragua.
La controversia se intensifica en un país donde la seguridad es un tema crítico. La idea de que el amor pueda ser una herramienta efectiva en la prevención del crimen es vista por muchos como ingenua. Sin embargo, Bolívar argumenta que abordar las causas sociales de la delincuencia es esencial y que se requieren políticas públicas integrales para romper el ciclo de violencia.
La reflexión de Bolívar plantea preguntas difíciles sobre la responsabilidad social y estatal en la prevención del crimen. En un contexto donde las pandillas y la violencia siguen siendo una amenaza constante, su llamado a la acción resuena con urgencia. La discusión está abierta: ¿puede el amor realmente cambiar el destino de los jóvenes en riesgo, o es una visión idealista frente a una realidad cruda?