**Expectación ante la cumbre Trump y Putin: ¿Zelensky dentro o fuera? Europa en pánico**
La inminente cumbre entre Donald Trump y Vladimir Putin, programada para este viernes en Alaska, ha generado una ola de expectación y preocupación a nivel global, especialmente en Europa. A medida que los líderes se preparan para discutir un posible alto al fuego en el conflicto de Ucrania, la ausencia del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, plantea serias dudas sobre la legitimidad de cualquier acuerdo que se alcance.
En las últimas horas, el conflicto ha escalado con Rusia afirmando avances en la región de Donés, mientras que Ucrania ha repelido numerosos ataques aéreos, interceptando 59 drones rusos. La dinámica del conflicto se complica aún más con la insistencia de Estados Unidos de que los europeos deben financiar sus propias entregas de armas a Ucrania, lo que podría debilitar la posición de Kiev en la negociación.
La alta representante de la Unión Europea, Josep Borrell, ha dejado claro que cualquier acuerdo que implique la cesión de territorios ucranianos no será aceptado. Polonia se ha alineado con esta postura, reafirmando que Europa no cederá ante las demandas rusas. Este firme rechazo resalta la unidad de la UE frente a las agresiones de Moscú, pero también evidencia las tensiones internas sobre cómo manejar la crisis.
Mientras tanto, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha enfatizado la necesidad de garantizar la seguridad de Ucrania en cualquier discusión de alto al fuego. La incertidumbre sobre el futuro de Ucrania y su deseo de unirse a la OTAN agrava aún más la situación.
Los mercados también están en movimiento; el índice MOEX ruso ha subido un 2% en anticipación a la cumbre, mientras que el oro ha caído un 1%, reflejando el optimismo de los inversores sobre un posible avance hacia la paz. Sin embargo, la realidad es que la situación sigue siendo volátil y cualquier acuerdo alcanzado sin la participación de Zelensky podría ser visto como ilegítimo.
La cumbre Trump-Putin se perfila como un momento decisivo no solo para Ucrania, sino para la estabilidad de Europa y el orden mundial. Las decisiones que se tomen en Alaska podrían redefinir las fronteras y las relaciones internacionales en un contexto de creciente tensión global. La comunidad internacional observa de cerca, esperando que la diplomacia prevalezca sobre la guerra.