La trágica vida y muerte de Dr. Wagner, un ícono de la lucha libre mexicana, es un relato que mezcla gloria y desdicha. Nacido Manuel González el 13 de abril de 1936 en Zacatecas, su viaje hacia la fama no fue fácil. Desde joven, su pasión por la lucha libre lo llevó a entrenar incansablemente en Torreón, mientras trabajaba en Estados Unidos para mantener a su familia. Su debut como luchador se produjo en 1961, pero fue con la creación de su personaje, Dr. Wagner, que realmente se hizo un nombre.
A lo largo de su carrera, Wagner se convirtió en un maestro del ring, formando parte de la famosa “Ola Blanca” y enfrentando a rivales legendarios. Su estilo rudo y carismático le valió el apodo de “El Galeno del Mal” y lo llevó a capturar múltiples campeonatos, incluyendo el prestigioso campeonato mundial semicompleto de la NWA.
Sin embargo, su vida personal estuvo marcada por tragedias. En 1986, un accidente automovilístico casi le cuesta la vida y lo dejó con secuelas que lo obligaron a retirarse. A pesar de ello, continuó influyendo en la lucha libre a través de sus hijos, quienes también se convirtieron en luchadores destacados.
La muerte de Dr. Wagner el 12 de septiembre de 2004, tras un infarto, sorprendió a todos, dejando un vacío en el mundo de la lucha libre. Su legado, sin embargo, perdura a través de su familia, que sigue llevando su nombre a nuevas alturas en el cuadrilátero. La historia de Dr. Wagner es un testimonio de resiliencia, sacrificio y un legado que trasciende generaciones, reafirmando la fuerza de la dinastía Wagner en la lucha libre mexicana.