Wanda Nara ha vuelto a encender la polémica tras revelar que ha denunciado a Mauro Icardi en seis ocasiones por violencia de género. En un posteo explosivo, la mediática no solo desmintió de manera contundente cualquier deuda que Icardi le atribuyera, sino que también arremetió contra él, acusándolo de ejercer violencia mientras se encuentra en medio de un proceso legal que promete ser largo y desgastante.
“Seguí ejerciendo, obviamente pegándole a Mauro Icardi”, escribió Wanda, dejando claro que no se quedará callada ante las acusaciones. La tensión entre ambos se intensifica, y con cada palabra, se siente el grito de desesperación de una mujer que ha enfrentado años de tormento. La abogada de Wanda, Ana Rosenfeld, y la defensa de Icardi, encabezada por Elva Marcoovejico y Lara Piro, se encuentran en un tira y afloja legal que no parece tener fin.
La situación se complica aún más con la acusación de Icardi sobre la desaparición de 7 millones de euros de su cuenta compartida, un tema que ha sido objeto de discusión pública. Wanda, en su defensa, recuerda que durante el matrimonio, los bienes son gananciales, lo que añade una capa de complejidad a la ya tensa relación. “Nunca me pasaría eso”, dice, en un intento por reafirmar su posición.
Mientras la batalla legal avanza, Wanda se muestra decidida a cuidar de sus hijas, dejando claro que su prioridad son ellas. “Yo seguiré ocupándome de nuestras hijas mientras que sigas despechando”, afirma, reflejando su deseo de proteger a su familia en medio del caos. Este drama familiar no solo expone las grietas de una relación rota, sino que también pone de manifiesto la lucha de muchas mujeres que enfrentan situaciones similares, resonando como un eco de valentía y resistencia en un mundo que a menudo silencia sus voces.