**IRASTORZA: “Rusia va a salir reforzada de toda esta historia; el tiempo corre a favor de Putin”**
En un contexto geopolítico marcado por tensiones y negociaciones, Eduardo Estorza y Cobadonga Torres han arrojado luz sobre la situación actual entre Rusia y Ucrania. Durante una reciente discusión, ambos analistas coincidieron en que el tiempo parece jugar a favor de Vladimir Putin, quien emerge como un actor fortalecido en el escenario internacional.
Las conversaciones entre líderes, especialmente la reciente cumbre en Alaska, han dejado entrever que el camino hacia la paz no es solo deseado, sino que podría estar más cerca de lo que muchos creen. Sin embargo, el costo de esta paz podría ser significativo para Ucrania, con la figura de Volodímir Zelenski en el centro del debate. Estorza argumenta que la permanencia de Zelenski podría ser un obstáculo para cualquier acuerdo, sugiriendo incluso que su salida podría ser la clave para avanzar.
La narrativa de los medios de comunicación también juega un papel crucial en este drama. Mientras algunos intentan crear un antagonismo entre Trump y Putin, otros destacan que la realidad es más compleja. La presión mediática, junto con las dinámicas internas de Ucrania, podría estar moldeando un futuro incierto.
Con la posibilidad de un acuerdo territorial en el horizonte, la discusión se centra en cómo se definirán las fronteras y qué concesiones se harán. Estorza enfatiza que las fronteras, históricamente “escritas con sangre”, no se pueden ignorar en el contexto actual. La idea de un armisticio que permita a Zelenski mantener cierta legitimidad política podría ser la salida más viable, aunque no exenta de riesgos.
A medida que la comunidad internacional observa, la figura de Europa parece desdibujarse. Con un papel residual y sin una voz unificada, el viejo continente se enfrenta a una crisis de identidad que podría costarle caro en el nuevo orden mundial que se está gestando. La era de los imperios está en marcha, y Europa, según los analistas, podría quedar relegada a un mero satélite de Estados Unidos.
La conclusión es clara: Rusia está posicionándose para salir reforzada de este conflicto, mientras el tiempo avanza inexorablemente en favor de Putin. En un mundo donde las decisiones se toman en salas de juntas lejanas, el destino de naciones enteras pende de un hilo, y la necesidad de pragmatismo nunca ha sido tan urgente.