El país se vistió de luto el pasado sábado, cuando el Teatro Nacional Eduardo Brito se convirtió en el escenario de una emotiva despedida al icónico merenguero Rubby Pérez, quien falleció trágicamente en el colapso de un techo en una discoteca que dejó más de 200 víctimas fatales. Desde las primeras horas de la mañana, amigos, familiares y admiradores se congregaron en el lugar para rendir homenaje al artista de 69 años, conocido por éxitos como “Volveré”, “Locamente enamorado” y “Tonto corazón”.
El acto comenzó oficialmente a las 10:10 a.m. con la llegada del presidente Luis Abinader y la primera dama Raquel Arbaje, quienes encabezaron las honras fúnebres. La ceremonia estuvo marcada por la interpretación del himno nacional a capella por el propio Rubby Pérez, una emotiva respuesta de sus seguidores que se unieron en cánticos y alabanzas a lo largo del evento. Un sombrero característico del artista, lentes de sol y rosas blancas adornaban su féretro, mientras una fotografía suya con su característica sonrisa recordaba a todos su legado musical.
La tristeza y el dolor eran palpables en el ambiente. Manicruz, un reconocido merenguero, expresó su devastación por la pérdida, describiéndola como una tragedia que afecta no solo a la familia de Pérez, sino a la cultura dominicana en su conjunto. La hija de Rubby, Sulinka Pérez, también se hizo presente, interpretando emotivas canciones en honor a su padre, mientras el público la acompañaba con lágrimas en los ojos.
A medida que avanzaba la ceremonia, las puertas del teatro se abrieron al pueblo, permitiendo que los seguidores se unieran en una larga fila para presentar sus respetos. La música de Rubby resonaba en el aire, recordando a todos que, a pesar de la tristeza, su legado vivirá eternamente en el corazón de los dominicanos. La jornada culminó con el sepelio del artista en el cementerio Puerta del Cielo, mientras el país se unía en un clamor por el alma de un gran dominicano.