“Rambo: Last Blood”, dirigida por Adrian Grünberg, es un brutal capítulo final para el legendario guerrero. Sylvester Stallone interpreta a John Rambo, un veterano destrozado que desata su venganza para salvar a un ser querido, acompañado por la decidida Carmen (Paz Vega) y el implacable Hugo (Sergio Peris-Mencheta). La película ofrece acción sangrienta, explorando el trauma, la familia y el cierre, vinculado al amor por el legado de acción de Stallone.
El curtido Rambo de Stallone es un golpe bajo; su dolor crudo y sus trampas mortales —como un rancho lleno de trampas— cautivan, mientras que la ardiente Carmen (Vega) añade emoción, y el despiadado Hugo (Peris-Mencheta) aumenta la tensión. Las sombrías imágenes de Grünberg y la intensa banda sonora de Brian Tyler impulsan el ritmo implacable de los 89 minutos de metraje, aunque la trama, endeble, polariza. Las secuencias de acción, que mezclan flechas y derramamiento de sangre, emocionan y recaudan 91 millones de dólares. Stallone, Vega y Peris-Mencheta ofrecen una despedida cruda y emotiva que honra el espíritu audaz de Rambo, conectando con los fanáticos de la acción.
“Rambo: Last Blood” es un final sangriento y emotivo, con sus estrellas como su alma desgarrada por la guerra.