El mundo entero ha quedado conmovido tras la confesión más íntima y dolorosa de Barry Gibb, el legendario líder de los Bee Gees. A sus 78 años, el último sobreviviente de la icónica banda ha revelado la verdad detrás de una canción que aún lo persigue, y que asegura “es el eco del dolor más grande” de su vida.
En un video grabado desde su estudio personal en Miami, Barry aparece frente a un piano, visiblemente frágil. Mientras acaricia las primeras notas de “Wish You Were Here”, su voz se quiebra y, por primera vez, rompe el silencio sobre las noches en las que esa melodía lo hizo llorar hasta quedarse dormido. “No puedo escucharla sin ver sus rostros”, confiesa entre sollozos, refiriéndose a sus hermanos Andy, Robin y Maurice.
Pero lo más impactante fue lo que reveló después: según Gibb, la canción no fue solo una dedicatoria a Andy tras su muerte en 1988, sino una despedida premonitoria que escribió tras una serie de sueños extraños, en los que decía haber escuchado la voz de su hermano pidiéndole “que no dejara morir la música”. “Andy me hablaba —y yo lo sentía aquí, junto a mí—. Esa noche escribí la canción entera sin entender lo que estaba ocurriendo”, reveló con la mirada perdida.
Los fans quedaron impactados al descubrir que Barry conserva aún las cintas originales de grabación, en las que, según él, “se escucha algo imposible de explicar”. Técnicos de sonido han afirmado que en la pista se perciben “voces y susurros” que no pertenecen a ninguno de los músicos presentes en la sesión. “Muchos piensan que fue una interferencia. Yo sé que fue Andy”, aseguró.
Su confesión se volvió viral en cuestión de horas. Las redes se inundaron con mensajes de amor, tristeza y teorías sobre lo paranormal. “Barry no solo llora a sus hermanos, los sigue escuchando”, escribió un fan entre miles de comentarios.
Al final del video, el cantante pronuncia una frase que ha dejado al mundo helado: “Cuando mi tiempo llegue, quiero que esta canción suene… porque ese será el momento en que, por fin, vuelva a cantar con ellos.”
