Rusia se encuentra al borde del abismo tras el ultimátum lanzado por Donald Trump, quien ha instado a Ucrania a atacar Moscú y San Petersburgo. En una conversación privada con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, Trump no solo ofreció apoyo militar, sino que también amenazó con imponer aranceles del 100% a Rusia si no se alcanza un acuerdo de paz en 50 días. Las palabras del mandatario estadounidense han causado un revuelo en el Kremlin, donde se ha declarado que Rusia no acepta ultimátums.
Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, ha calificado las declaraciones de Trump como “muy serias” y ha indicado que necesitan tiempo para analizar la situación. La tensión se intensifica mientras China, en un movimiento de apoyo a Rusia, ha prometido fortalecer la cooperación bilateral, desafiando así las amenazas de Washington. La situación se complica aún más con Alemania planeando adquirir sistemas de misiles que podrían alcanzar objetivos en Moscú, lo que añade un nuevo nivel de peligro a la ya volátil situación en Europa.
La comunidad internacional observa con preocupación cómo se desarrollan los acontecimientos. Trump, que había prometido poner fin a la participación de Estados Unidos en conflictos extranjeros, parece haber cambiado de rumbo radicalmente, sugiriendo que Ucrania debería intensificar sus ataques. Esta postura ha generado una ola de reacciones, tanto en Europa como en Rusia, donde se percibe un creciente aislamiento y presión.
La advertencia de Trump ha dejado claro que el tiempo se agota. En las próximas horas, el mundo estará atento a la respuesta de Putin y a las decisiones que tomará la comunidad internacional. La posibilidad de un conflicto mayor se cierne sobre Europa, mientras los líderes intentan navegar por un terreno cada vez más peligroso. La pregunta que todos se hacen es: ¿estamos al borde de una escalada militar sin precedentes?