**¿Por qué Trump interviene en la seguridad de Washington? La batalla contra la delincuencia en EEUU**

En un giro sorprendente y dramático, el presidente Donald Trump ha decidido intervenir directamente en la seguridad de Washington D.C., declarando una “crisis de seguridad” que requiere medidas extraordinarias. Este lunes, desde la Casa Blanca, Trump anunció la colocación del Departamento de Policía de Washington bajo control federal, invocando la sección 740 de la Ley de Autonomía del Distrito de Columbia. Esta acción permitirá al presidente asumir el mando de la policía local por un periodo inicial de 48 horas, una medida que subraya la gravedad de la situación que enfrenta la capital del país.

Junto a esta decisión, se desplegarán aproximadamente 800 tropas de la Guardia Nacional en la ciudad, quienes apoyarán a la policía en logística y vigilancia, aunque no tendrán autoridad para realizar arrestos. Esta intervención militar, aunque limitada por el momento, deja entrever la disposición del gobierno federal para intensificar su control si la situación lo requiere. Trump ha dejado claro que el Departamento de Defensa está preparado para desplegar más tropas si es necesario, lo que añade una capa de tensión a la ya delicada situación.

Además, el presidente ha prometido poner fin a la fianza sin efectivo en ciudades como Nueva York, Chicago y Washington, argumentando que estas políticas han exacerbado la crisis de seguridad. La declaración de Trump se produce en un contexto de creciente preocupación por la delincuencia en las principales ciudades estadounidenses, y su enfoque parece ser un intento de recuperar el control en un momento crítico.

Sin embargo, la intervención federal plantea preguntas sobre el equilibrio entre la seguridad y el respeto por la autonomía local. Trump ha anunciado su intención de notificar al Congreso y a la Alcaldía para extender el control federal más allá de las 48 horas iniciales, sugiriendo que Washington podría convertirse en un campo de pruebas para su nueva política de seguridad.

Mientras el presidente se prepara para reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin, la presión sobre su administración para abordar la delincuencia y la seguridad en las ciudades estadounidenses se intensifica. La pregunta que queda en el aire es: ¿será esta intervención el comienzo de una nueva era en la política de seguridad de Estados Unidos, o simplemente un gesto simbólico en tiempos de crisis? La respuesta podría tener implicaciones profundas para el futuro del país.